Áreas de interés
Experiencia, tecnología y resultados excepcionales
Dedicados a la cirugía abdominal con enfoque en cirugía de paredes, colorrectal, oncológica y de alta complejidad, nuestro perfil se centra en técnicas mínimamente invasivas, incluyendo cirugía laparoscópica y robótica. Contamos con una amplia experiencia, habiendo realizado más de 4000 cirugías mínimamente invasivas, y fuimos el primer equipo quirúrgico en operar en Argentina utilizando la plataforma Da Vinci XI.
Nuestra práctica se enfoca en el tratamiento de patologías hepatobiliopancreáticas, de la pared abdominal, coloproctológicas, del hiato gastroesofágico, bazo, adrenales y de la endometriosis profunda severa.
Definición: La hernia abdominal es la protrusión de un órgano o víscera a través de un orificio o defecto en la pared abdominal. Se caracterizan por defecto congénito o adquirido de capas de la pared abdominal que permiten la protrusión de contenido intraabdominal entre las capas, lo que puede generar abultamientos en forma de abdomen.
Tipos:
- De pared , inguinal, Umbilical, Incisional, Epigástrica, Spiegel y Eventraciones.
- De Hiato, hernia hiatal o paraesofágica.
Causas:
Las hernias ocurren esencialmente porque hay áreas de debilidad en la musculatura de la pared abdominal:
Además, las incisiones realizadas en cirugías anteriores representan áreas de debilidad en la pared abdominal, que pueden evolucionar con las llamadas eventraciones o hernias incisionales.
Tratamientos:
La única opción de tratamiento para la hernia abdominal es la reparación quirúrgica del orificio en la pared muscular. La mayoría de los pacientes requieren cirugía, aunque las pequeñas hernias asintomáticas pueden ser observadas. Durante la cirugía, se sutura el orificio y se recomienda el uso de una malla protésica para reducir el riesgo de recurrencia. La evaluación con un cirujano especialista es crucial para determinar el análisis de riesgo y la indicación quirúrgica.
Tipos de abordaje:
Abierto o convencional
Mínimamente invasivo: en estos casos, la cirugía se realiza a través de pequeñas incisiones (cortes). Las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva son:
- Menos dolor postoperatorio.
- Retorno más temprano a las actividades habituales.
- Menor riesgo de complicaciones, especialmente de infección.
- Mejor resultado estético.
No todos los pacientes ni todos los tipos de hernias son adecuados para la cirugía mínimamente invasiva. Sin embargo, la cirugía robótica ofrece la posibilidad de realizar casos complejos de forma mínimamente invasiva.
El reflujo fisiológico, que puede ser experimentado por cualquiera, ocurre tras consumir ciertos alimentos y bebidas. Un ciclo de tratamiento de 30 a 60 días alivia los síntomas en la mayoría de los casos. Sin embargo, algunos pacientes requieren cirugía debido a recaídas rápidas tras suspender el medicamento.
Los pacientes con esófago de Barrett, debido al riesgo de cáncer, requieren seguimiento clínico y endoscópico cada 1-2 años. Aunque se puede optar por un tratamiento medicado, estos pacientes deben tomar una dosis doble de por vida. Sin embargo, la cirugía suele ser la mejor opción en estos casos, ya que proporciona un control efectivo y duradero del reflujo. Estudios han demostrado que el tratamiento quirúrgico es igual o incluso superior al tratamiento clínico en términos de reducir el riesgo de cáncer en pacientes con esófago de Barrett.
Actualmente, han surgido dudas sobre la seguridad a largo plazo de los medicamentos para el reflujo, como los bloqueadores de ácido derivados del omeprazol. Algunos autores sugieren un posible aumento del riesgo de cáncer y problemas de memoria, incluida la enfermedad de Alzheimer, con su uso continuado. Es importante que cada paciente sea evaluado individualmente por un profesional para determinar la mejor forma de tratamiento.
Cirugía:
La cirugía para el reflujo consiste en descender el estómago a su posición original, reducir el tamaño del hiato esofágico y crear una válvula antirreflujo. Se puede realizar mediante técnicas abiertas o mínimamente invasivas. Según informes, más del 90% de los pacientes operados están satisfechos con los resultados, lo que se traduce en una excelente calidad de vida después de la cirugía.
La colelitiasis o cálculos en la vesícula es un problema común que afecta aproximadamente al 10% de la población adulta a lo largo de su vida.
Indicación Quirúrgica:
La cirugía está indicada en pacientes con síntomas de cálculos en la vesícula biliar. Sin embargo, en pacientes asintomáticos con cálculos detectados incidentalmente, la decisión de realizar la cirugía es controvertida, ya que no se sabe si desarrollarán síntomas o complicaciones. La elección entre la cirugía y la observación se basa en la evaluación médica y en factores como la edad, enfermedades asociadas y tamaño de los cálculos.
Tratamiento:
La única forma efectiva de tratar los cálculos en la vesícula biliar es mediante la cirugía de extirpación de la vesícula (colecistectomía). Otros métodos no son considerados eficaces. Actualmente, la cirugía se realiza por videolaparoscopia, con pequeñas incisiones en el abdomen y el uso de una cámara y e instrumentos especializados. La anestesia es general y los pacientes son evaluados previamente. La colecistectomía por videolaparoscopia se considera segura y rutinaria en la mayoría de los casos.
- Recuperación rápida del paciente: por lo general, la duración de la estadía es de 12 a 24 horas y la mayoría de los pacientes regresan a sus actividades habituales después de 1 a 2 semanas.
- Poco dolor postoperatorio
- Excelente resultado estético y mínima cicatriz quirúrgica: solo 3 o 4 pequeñas incisiones menores de 1 cm
- Bajo riesgo de complicaciones e infección.
La cirugía de extirpación de la vesícula biliar es generalmente exitosa, pero pueden surgir complicaciones postoperatorias como sangrado, infección y riesgo anestésico. En casos complejos, se puede requerir una incisión abdominal más grande. Las lesiones graves de órganos internos y la vía biliar son raras y están asociadas con cirugías previas o inflamación recurrente de la vesícula biliar.
El cáncer colo-rectal es un tumor maligno que afecta el colon y el recto, siendo uno de los más frecuentes. Se recomienda realizar una colonoscopia en personas con síntomas sospechosos, mayores de 50 años o con antecedentes familiares de cáncer colónico. Durante la colonoscopia, se deben extirpar y biopsiar los pólipos encontrados, ya que pueden convertirse en cáncer.
Cirugía:
La cirugía del cáncer colo-rectal, aunque de mediana/alta complejidad, puede realizarse con técnicas mínimamente invasivas. Se hacen pequeñas incisiones en el abdomen para lograr una cirugía precisa y con buenos resultados oncológicos. Estas técnicas ofrecen beneficios como menor sangrado, menos dolor postoperatorio y una recuperación más rápida. La cirugía robótica destaca como una opción eficaz para realizar procedimientos mínimamente invasivos.
Definición:
Los divertículos son debilidades en la pared del colon, comunes en personas mayores de 65 años, pueden ocurrir en cualquier segmento del intestino grueso, sin embargo, se ubican más comúnmente en el sigmoide. Aunque la mayoría es asintomática, pueden surgir complicaciones como sangrado, perforación, diverticulitis, fístulas o estenosis.
Tratamiento:
El tratamiento de la diverticulitis aguda incluye reposo intestinal y antibióticos. En casos complicados, con absceso, perforación o fístula, se requiere hospitalización. Si las medidas clínicas no son efectivas, puede ser necesario el drenaje percutáneo o videolaparoscópico del absceso. La peritonitis difusa puede requerir cirugía convencional (laparotomía) y extirpación del segmento inflamado, a menudo con creación de un estoma (bolsa de intestino en la piel).
Cirugía:
La cirugía, aunque compleja, se realiza en su mayoría de forma mínimamente invasiva. Se realizan 4 o 5 pequeñas incisiones en el abdomen (menos de 1 cm) y se extirpa el colon sigmoide. Después de retirar el intestino, se unen la parte proximal y distal del intestino mediante suturas mecánicas automáticas, con un alto índice de éxito. La cirugía se realiza bajo anestesia general y presenta ventajas como menor dolor postoperatorio, estancia hospitalaria reducida, recuperación más rápida y menor riesgo de complicaciones en la herida quirúrgica.
Definición:
La endometriosis es una enfermedad compleja que afecta principalmente a mujeres jóvenes, causando dolor abdominal e infertilidad. En la mayoría de los casos, se trata con medicamentos o cirugía, como la videolaparoscopia. Sin embargo, en casos de endometriosis profunda, puede afectar órganos más allá del sistema ginecológico, como el intestino, especialmente el recto.
Síntomas:
Los síntomas más comunes de la endometriosis son el dolor abdominal, especialmente durante la menstruación, además de la infertilidad. La presencia de un nódulo de endometriosis que afecta al intestino no suele provocar síntomas intestinales específicos. En raras ocasiones, pueden crecer nódulos muy grandes (más de 7-8 cm) en la luz intestinal y causar síntomas de obstrucción.
Cirugía:
La cirugía para tratar la endometriosis es un procedimiento complejo, pero puede realizarse por videolaparoscopia con equipos quirúrgicos capacitados.
Se hacen 3 o 4 pequeñas incisiones en el abdomen (menos de 1 cm), seguidas de la insuflación de dióxido de carbono, que ayuda a distender el abdomen y crear espacio para que el cirujano realice el procedimiento con la ayuda de una cámara y pequeños instrumentos ( Figura). Se realiza bajo anestesia general y se evalúa la condición clínica del paciente antes de la cirugía. Además de los procedimientos ginecológicos recomendados, se puede extirpar el nódulo de endometriosis que afecta al intestino de diferentes formas:
- Shaving: consiste en extirpar el nódulo mediante un raspado, sin abrir la pared intestinal. Este procedimiento se reserva sólo para lesiones pequeñas (menos de 2 cm) y muy superficiales.
- Resección discoide: consiste en la resección del nódulo mediante la eliminación de una “cuña” del intestino. Generalmente está indicado para lesiones localizadas en la pared anterior del intestino/recto y limitadas en tamaño a 2-3 cm. Se realiza con la ayuda de un dispositivo automático (grapadora) que corta y cose el intestino al mismo tiempo.
- Resección segmentaria: consiste en extirpar un segmento del intestino donde se encuentra el nódulo. Se puede utilizar para nódulos de cualquier tamaño y cualquier ubicación. Generalmente, se extirpa un segmento de intestino de 8-10 cm. Esta retirada no suele provocar ningún cambio en el ritmo intestinal del paciente. Después del procedimiento, es necesario suturar el intestino, lo que también se suele realizar mediante dispositivos automáticos (grapadoras).